miércoles, 9 de enero de 2013

El taller de los abuelitos y demás juguetes estropeados


Hoy he descubierto a dónde van los abuelitos cuando  no es temporada de muchísimo frío ni de muchísimo calor, cuando no están ocupando los sillones de las diferentes plantas de los centros comerciales.
Si estáis pensando que "en casa", "paseando", "pidiendo recetas" o incluso "en el pueblo" ya podéis cambiar de pensamiento, pues solo el 20% de ellos hace eso para despistar al resto de humanos.
Hoy he descubierto el secreto. Ha sido después de salir de mi casa, coger el autobús, andar unas cuantas calles, y llegar a un gran edificio muy conocido. Después por supuesto de cruzar unos cuantos pasillos, y bajar las escaleras ¡voilá! delante de mis ojos una gran puerta, en cuyo letrero podía leerse 'REHABILITACIÓN'.
En su interior había abuelitos de todas las edades, de todos los estilos, más guapos más feos, con chandal, en vaqueros...y con los artilugios más raros que había visto hasta entonces rodeándolos. Una escena digna de ver. Allí estaban ellos, bueno, y yo claro,el juguete estropeado. 


La sala de rehabilitación del hospital es un lugar especial. Entrañable, en donde ahí no te sientes una patata pocha, pues todo tu alrededor está lleno de rotos y desgarros. Y pese a su situación, cuando entras, te regalan una sonrisa y durante el tiempo en el que estás allí, te sientes cuidado. 
Tras mi primera experiencia en aquella sala, he llegado a la conclusión de que la sala de rehabilitación es algo así como una especie de taller. En el que no importa si entras a trocitos y titubeante en tu andar, pues tras una constancia del tiempo necesario, y un poquito de esfuerzo, volverás a estar como nuevo, y con esas ganas de seguir dando mal de siempre. Sólo hay que aprender a curarse.

---

Desde hace tiempo, una foto de un matrimonio de edad avanzada circula por la red. Debajo de dicha foto aparece una especie de "entrevista", en dónde se les pregunta que cual es el secreto para llevar tantísimos años juntos. Muchos ya conoceréis la respuesta, pero para los que no la sepáis  o no recordéis,  la respuesta es la siguiente "Nacimos en una época en que si algo se rompía, se arreglaba, no se tiraba a la basura".

Me gustaría que dentro de muchísimos años, me preguntaran lo mismo, y poder responder de la misma manera mientras surge una sonrisa en mi rostro.
Por lo general, nos movemos en un ambiente de 'usar y tirar' de no pensar en las consecuencias de nuestros actos. Un ambiente en el que si algo se estropea, es porque ya no tiene más utilidad, es tiempo de otra cosa.
Cuidado, porque cada uno recoge lo que siembra. Y ya no sólo en tu propio cuerpo, sino en tu alrededor.

Cosas como esta, el sentir un dolor y tener que recurrir a este tipo de lugares, me hace darme cuenta un poquito mas de lo privilegiada que soy. 
Hasta que no tienes una rodilla mal, no te percatas de lo que era andar sin problemas. Hasta que no pierdes visión, no te das cuenta de la capacidad visual que tenías. Hasta que no pierdes a alguien importante, no entiendes lo que era vivir con su preciosa presencia. Cosas de la vida.

Pero sobre todo te advertiré, si en este próximo verano hace muchísimo calor, ni se te ocurra ir a toda prisa a disfrutar del aire acondicionado en un sillón del centro comercial que más te guste. Llegarás tarde. Estará ocupado por un super abuelito rehabilitado.



=) Blessings!

¡Pase está abierto!


Que alguien me explique qué ha pasado. ¿Cómo es posible que 2012 se haya esfumado del calendario tan rápido?. Todavía no doy crédito.
Definirlo como intenso sin duda sería quedarme corta. Pero por el momento es lo único que puedo exponer abiertamente para vosotros sin pillarme los dedos. Pues como Serrano, todavía estoy procesando toda la información que ha penetrado por todos mis poros a lo largo de estos 12 meses.
Pero te anticiparé algo.

Aun no se muy bien de que manera, pues unas cuantas ideas rondan ya por mi mente (deseosas de salir, todo hay que decirlo) y pese a que 2013 planee consumir bastante de mi tiempo libre...
'Dando mal desde 1990' vuelve a abrir sus puertas. Pato y yo volvemos a las andadas. ¡OH YEAH!

¿Cómo te quedas? 

A) Me da absolutamente igual.

B) Ah vale, bien por ti.

C) ¡Oh que guay! tenía ganas de leerte.

D) "kvnlkbbpsb" = (Estoy tan hiper fascinado que no me salen ni las vocales)

E) otras chuminadas/pasteladas que se te puedan ocurrir y que no puedes comunicar porque el mundo explotaría de tanto ingenio/moñez/maldad.


¡Feliz año people!

=)



martes, 22 de mayo de 2012

Sed


La vida es dura, que te voy a contar.
Podría empezar nombrándote todas las calamidades que pasan en el mundo, al otro lado del charco, o sencillamente, debajo de tus pies, en el piso de abajo. Es fácil nombrar las desgracias, pues hay tantas, que  podría escribir una enciclopedia de catástrofes de todos los estilos existentes. Y seguramente, no sería más que un prólogo.
Llega un momento, que de manera casi inevitable, podría decirse, nos hacemos invulnerables al dolor ajeno. El ser invulnerable, créeme, no te hace más fuerte. Te hace quizás más distante y más superficial, pero no más fuerte. ¿Qué como te haces más fuerte? buena pregunta. Es más simple de lo que parece.

Sobreviviendo


 Tú, como yo, eres un superviviente de tu vida. No se si te has enfrentado, o te estás enfrentando a un cáncer, a unos malos tratos, una continuidad de fracasos, una ruptura amorosa, o a una pérdida importante. Quizás hasta estés en una lucha continua de todas ellas, o por el contrario tu lucha sea física; contigo mismo, o con tu mayor debilidad.
No lo se, pero seguramente te has encontrado en alguna situación de impotencia, desasosiego, sin saber que hacer, falto de cariño, infravalorado, o totalmente incomprendido. Solo.
Si has sentido alguna semejanza con lo que acabas de leer, enhorabuena por dos cosas.
 La primera, todavía no te has convertido en una máquina. La segunda es, que sigues vivo.
Date un momento para darte cuenta de eso, y descubrir que hoy, eres un superman o una superwoman comparado con lo que eras ayer. (Luego si quieres, nos podemos ir a brindar por ello)

La vida es dura, que te voy a contar.
Podría empezar nombrándote todas las calamidades que pasan en el mundo, al otro lado del charco, o sencillamente, debajo de tus pies, en el piso de abajo. ¿Para qué? mientras te lo cuento, tu hermano está pasándolo mal porque le han echado del trabajo, y no sabe que hacer. Tu mejor amiga está teniendo un problema emocional, más serio de lo que ella cree. O tu pareja está luchando entre la vida y la muerte en un hospital.

Bienvenido al mundo.
Las catástrofes, los problemas, están a tu alrededor, y lo primero como persona y no máquina que eres, es darte cuenta que la gente a la que quieres necesita ayuda. La gente que te quiere, necesita ayuda. Y si sigues abriendo los ojos, verás que la gente en general, necesita ayuda. ¿Por qué no brindarles la ayuda...tú? Es así como podrás descubrir y sentir que el amor y no las medicinas, es lo que nos hace fuertes. Es lo que nos hace super héroes diarios, y por lo tanto, supervivientes.

Piensa en quien ha estado a tu lado cuando el mundo se te ha venido encima. Cuando has tocado fondo, y no veías nada. Cuando estabas perdido o en shock. Cuando simplemente, necesitabas desahogarte. ¿Tuviste a alguien? Si es así, ¿por que no te haces un favor a ti mismo, y eres ese 'alguien' para quien lo necesita?
No te digo que te vayas al otro lado del mundo a ayudar a una familia que acaba de perder su hogar. Te digo que te acerques en tu rutina, en tu ambiente y en tu mismo hogar, a quien sabes necesita de palabras de afecto, de una sonrisa, un abrazo largo, o tu silenciosa compañía.

¿No tuviste a alguien?
¿O es que no supiste pedir ayuda?

Sigues vivo. Piensa por que.
(Hay alguien que siempre ha estado, está y estará ahí aunque no puedas verlo. A Él no le importa en donde estés, ni a que hora lo necesites. Conmigo va en cada paso, aunque vaya de superwoman.)


Respira cuando toques fondo.
Plántale cara a tus miedos más grandes.
Coge las riendas de tu vida.
Reconstruye tus ruinas internas y externas.
Aprende de tus errores.
Ama.

Porque el mundo querido lector,  necesita más amor del bueno, y menos dramas de andar por casa, que de esos todos tenemos en cuanto abrimos los ojos al despertar. Y eso, si los hemos logrado cerrar.











Dedicado a todos aquellos que pese a todo, siguen sonriendo.